La suspensión de algunos aranceles por parte de China y Estados Unidos mejorará la confianza en el mercado del acero y aliviará la presión exportadora en el corto plazo, pero el potencial alcista de los precios del acero sigue limitado por múltiples factores.

Por un lado, la suspensión del arancel del 24% contribuirá a estabilizar las expectativas de exportación de acero (especialmente el comercio indirecto con EE. UU.). Sumado al aumento de precios de las acerías nacionales y las restricciones a la producción en Tangshan y otras regiones, esto podría contribuir a las fluctuaciones a corto plazo de los precios del acero.

Por otro lado, la aplicación por parte de Estados Unidos del arancel del 10% y las medidas antidumping impuestas por varios países siguen frenando la demanda externa. Sumado a los elevados inventarios internos (un aumento semanal de 230.000 toneladas en los cinco principales productos siderúrgicos) y la débil demanda de los consumidores finales (falta de volumen en proyectos inmobiliarios y de infraestructura), los precios del acero carecen del impulso necesario para un crecimiento continuo.

Se espera que el mercado experimente un repunte débil, impulsado por los costos. Las tendencias futuras dependerán de la demanda real durante la temporada de compras de septiembre dorado y octubre plateado, así como de la efectividad de las restricciones a la producción.

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